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Maërl

Los fondos de maërl o rodolitos (Hábitat 1110 de la Directiva Europea) se producen como consecuencia de una gran acumulación de algas coralinas sueltas. Añaden complejidad a los homogéneos fondos sedimentarios sobre los que se acumulan, constituyendo un hábitat muy peculiar, con características intermedias entre los sustratos sueltos y los duros. Sobre la estructura calcárea de estos lechos de rodolitos se fijan otra serie de algas e invertebrados que aumentan su complejidad espacial. Además, estas zonas son importantes como refugio de cría para muchas especies de interés económico (peces, cefalópodos y bivalvos). Constituyen un microcosmos con una alta diversidad de especies, comparable con la de los fondos coralígeneos o los habitados por la posidonia oceánica: en los fondos de rodolitos de las costas españolas se han citado más de 1.000 especies. El crecimiento de las algas que forman los rodolitos es muy lento (1-2mm año), por lo que figuran entre los vegetales marinos más viejos. Diversas campañas oceanográficas realizadas por el IEO han tenido como objetivo el estudio de estos espacios, que pueden observarse en ubicaciones como el Canal de Menorca o el mar de Alborán, para mejorar su conservación.

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